¿Qué hace que los tatuajes sean permanentes?

Los tatuajes están siempre presentes en los medios como marcas peligrosas y pervertidas o moda pasajera de la juventud. Pero, mientras que los estilos de tatuaje vienen y van y sus significado cambia mucho con respecto a la cultura, su práctica es tan antigua como la civilización misma (como ya antes se había abordado. "La historia de los Tatuajes"). 

En restos humanos del mundo entero, se han visto marcas decorativas y la más antigua se encontró en la piel de una momia peruana del año 6000 a.C. ¿Pero como es que realmente funcionan los tatuajes?...  

Nuestra piel muda y se pierde en cada hora del día de 30 40 mil células... es decir, como un millón diarias. Entonces, ¿Por qué el tatuaje no se desconcha gradualmente con ellas?... La respuesta es algo simple. El pigmento del tatuaje es más profundo que la capa más externa de la piel. A lo largo de la historia, diversas culturas han usado variados y distintos métodos. Pero la primera máquina moderna de tatuar se diseñó tras la máquina de grabado de Thomas Edison, y era eléctrico. 

Las máquinas de tatuar de hoy en día insertan agujas finas con tinta en la piel a una velocidad de 50 a 3,000 veces por minuto. Las agujas perforan la epidermis y la tinta se inyecta incluso más profundo, en la dermis, donde hay fibras de colágeno, nervios, glándulas, vasos sanguíneos y demás. Cada vez que la aguja penetra, hace una herida que alerta al cuerpo para que comience el proceso inflamatorio y llame a las células inmunitarias para que reparen la piel. Este proceso es lo que los hace permanentes.

Primero, los macrógrafos, células especializadas, se comen el material invasor para limpiar la inflamación. Cuando las células pasan por el sistema linfático, algunas llevan la panza llena de tinta en los ganglios linfáticos y otros yacen en la dermis. Como no pueden deshacerse del pigmento la tinta puede verse a través de la piel. Algunas partículas quedan en la matriz del gel de la dermis mientras las células cutáneas o fibroblastos se comen otras.

Al principio, la tinta se deposita en la dermis, pero a medida que la piel se cura se van las células dañadas y otras nuevas sin tinta las sustituyen, y la primera capa se despelleja como cuando uno se quema con el sol. No suelen verse ampollas o cicatrices en los tatuajes profesionales y en de 2-4 semanas se regenera la piel. No se debe tomar el sol o nadar durante este tiempo para que no desaparezca. Pero las células cutáneas permanecen en su lugar hasta morir. Luego las jóvenes las sustituyen quedándose con la tinta.

Pero con el tiempo, los tatuajes desaparecen, o más bien, el tono que solían tener se degrada naturalmente, a medida que el cuerpo reacciona a las partículas de pigmentos, que son destruidos lentamente y transportadas por los macrófagos del sistema inmunitario. La radiación ultravioleta puede hacer desaparecer el pigmento, aunque se puede reducir con protección solar. Como las células cutáneas son estables, mucha tinta permanece dentro de la piel para siempre.

Pero... Si están para siempre, ¿Se pueden borrar?... Técnicamente sí. Hoy en día se usa un láser que entra en la epidermis y destruye los pigmentos por debajo. El color más fácil de borrar, aunque no lo parezca por la tonalidad tan oscura, es el negro. El láser rompe los glóbulos de tinta en partículas pequeñas que los macrófagos eliminan. Pero hay algunos otros colores que son más difíciles de quitar y puede complicarse. Por eso borrar un tatuaje es más difícil que ponerselo, pero no imposible.

Quizá, en la actualidad un tatuaje no dure para siempre, pero los tatuajes han sobrevivido más que cualquier cultura. Y su popularidad hace pensar que llegó a para quedarse.